Este año el ejercicio escolar biomimetico para los alumnos de primero de diseño de producto del IED de Madrid, versó sobre la movilidad. Inicialmente uno plantea este tipo de retos en busca de soluciones pro·desarrollo sostenible, pero en una Escuela universitaria, como el IED eminentemente creativa y alejada de la ingeniería, los estudiantes libremente eligen temas mas cercanos y desde exploraciones libres y personales. Una vez mas los resultados fueron sorprendentes: gafas para mejorar la vida y la movilidad de las personas afectadas con hemianopsia inspirada en eficaces mecanismos del martín pescador, el camarón mantis y la comunicación de insectos eusociales…; o una silla de ruedas para ayudar a subir los incómodos bordillos inspirada en la cola del canguro que ojalá podamos prototipar para llevarlo adelante. En torno al mundo ciclista, dos proyectos uno: para un casco multifunción que protege-plegable-luminiscente y candado inspirado en multiples estrategias naturales y el segundo un sistema de anclaje de la bici para el transporte público que abre nuevos productos y servicios que tendrán que llegar… El último que os presento es una suela para calzado en el que la piel de los tiburones mejoró la adherencia para un sector de usuarios determinado por el diseñador. Todas las propuestas añadieron además principios sostenibles de cara a su fabricación, materiales, procesos, teniendo en cuenta el ciclo de vida del producto bajo la lente de la Naturaleza. Todas ellas merecen ser vistas y analizadas como un ejercicio exploratorio en la que los alumnos inicialmente perdidos por la novedad de la metodología, finalmente mostraron sorpresa y admiración por los genios naturales.. A todos los alumnos gracias por el esfuerzo y a seguir…!!!. Este es el camino del diseñador del siglo XXI, resolver retos con nuevas propuestas que mejoren al vida de las personas y con metodología sostenible como la biomimesis.
Una vez mas gracias a Victoria de Pereda por su inestimable dirección del proyecto y dedicación. Seguir viendo el resto de ideaciones…
Orvi glasses por Marta Ortiz y David Sordo